Ya ha sido condenado Sam Bankman-Fried, uno de los principales líderes de las criptomonedas, el sistema que pretendía sustituir a las finanzas clásicas prescindiendo de la confianza entre las partes.
Craso error. Si la confianza no es necesaria en el mundo de las criptomonedas, no es sorprendente que ese mundo atraiga precisamente personas en las que uno no puede confiar.