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martes, noviembre 12, 2024
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Economía: señales contradictorias

El momento económico actual es contradictorio. Los datos de inflación muestran que se va moderando. Sin embargo, no es una tendencia muy convincente a tenor de lo que vemos en las cifras de crecimientos salariales. Sólo si la productividad estuviera creciendo muy rápidamente los actuales incrementos de costes laborales serían compatibles con los objetivos de inflación de los bancos centrales. Este no es el caso en España, y tampoco en el resto de la zona euro. Únicamente en los Estados Unidos la productividad crece con rapidez.

En cuanto a los tipos de interés, la curva de plazos continúa invertida y, si miramos al número de trimestres que lleva en esta situación y a lo que ha sucedido en otras ocasiones, la fuerte desaceleración de la actividad debería tener lugar en el año 2024 aproximadamente.

En la zona euro, algunos países están ya en situación de estancamiento. Pero otros, como España, no. Los EE.UU. también continúan creciendo. ¿Podría ser que en esta ocasión no tengamos una recesión tras la inversión de la curva?

Tal vez. Es sólo un patrón histórico importante y no una ley de la economía. En el episodio actual, además, la inversión de la curva está en parte provocada de una manera artificial por las propias autoridades monetarias.

Recordémoslo. Los bancos centrales han comprado muchos bonos públicos. Tienen en sus balances casi un tercio de la deuda pública y ello comporta una presión a la baja en los tipos a largo plazo. Algunas estimaciones indican que este efecto es incluso superior a 100 puntos básicos.

Esta es una política que proporciona estímulo a la economía, al contrario de lo que se ha pretendido con las subidas de los tipos de interés de intervención desde mediados de 2022. Además, facilita la financiación de los gobiernos, que de este modo tienen menos incentivos a replegar sus estímulos fiscales, de nuevo en contradicción con los objetivos de política monetaria.

En conclusión, la restricción financiera continúa vigente y su impacto en los precios y la actividad se va notando. Parece estar reconduciendo la inflación, ayudada por la caída de los precios de la energía, pero aún es pronto para cantar victoria. En cuanto a la actividad, la sentencia final está por dictar. La política fiscal aún es un factor de expansión, con la apreciable contribución (indirecta) de los bancos centrales.

Jordi Gual (1/3/2024)