Ayer tuve la oportunidad de participar en una mesa redonda sobre el coste de capital en la banca con Alejandra Kindelán, la flamante presidenta de la AEB. El acto estaba organizado por el Instituto Español de Analistas Financieros y actuó de moderador Joaquín Maudos, catedrático en Valencia y también responsable del IVIE.
El coste de capital es un concepto muy útil para pensar sobre la rentabilidad y la viabilidad de los negocios, pero le ocurre lo mismo que a otras construcciones teóricas utilizadas en economía. No es observable y es difícil estimarlo bien, como sucede con el tipo de interés natural o el PIB potencial. Son conceptos que sirven para pensar sobre estos temas, pero deben ser usados con mucha prudencia a la hora de tomar decisiones sobre política económica, ya sea regulatoria o macroeconómica.
Al fin y al cabo, si la rentabilidad sobre el capital es superior al coste de capital que hemos estimado, y comprobamos que las cotizaciones del sector continuán deprimidas, lo más probable no es que las cotizaciones vayan a subir, sino que nuestra estimación del coste de capital sea incorrecta.