Donald Trump toma posesión este lunes, día 20. El próximo jueves 23, tenemos en el IESE una sesión para analizar cuál puede ser el impacto del nuevo presidente en la economía y las empresas. En un breve vídeo en LinkedIn resumo algunas de las principales ideas.
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Creo que hay dos dimensiones que debemos considerar.
La primera es que entramos en una nueva era de guerra económica entre las grandes potencias. Los EE.UU. tienen un enorme poder económico global y su nuevo presidente se ha propuesto usarlo de manera directa en beneficio propio. Esto tiene consecuencias para China, pero también para Europa y sus empresas.
Cada empresa deberá estar atenta a lo que ocurra en su mercado, para anticipar o minimizar daños.
Pero Europa debe reaccionar y tomar decisiones políticas que le den autonomía estratégica y disminuyan la dependencia de los EE.UU. y China.
La segunda consideración es que las políticas comerciales y fiscales de Trump acentuarán la persistencia de la inflación en América. Esto significa que, a corto plazo, los tipos no bajarán mucho e incluso pueden repuntar.
Ello acarrea dos serias consecuencias: 1) riesgos de inestabilidad financiera en EE.UU. que sin duda afectarían al resto del mundo; y 2) un impacto adverso en Europa, donde será difícil evitar esa estabilización o repunte de los tipos, en un momento en el que la economía europea ya se encuentra en una situación de debilidad.