El atletismo en los Juegos de París me ha hecho remembrar las grandes virtudes de este deporte.
Lo practiqué en serio unos cuantos años y aprendí mucho más que la técnica deportiva.
Fue una gran escuela de crecimiento personal y profesional. De esto va el artículo de hoy en el «No todo vale» de La Vanguardia.
La_Vanguardia El relevo 250824