El verano se acaba y las cuestiones energéticas continúan en primera línea de la actualidad: por la guerra en Ucrania, pero también por los efectos del cambio climático, aparentes en estas tórridas noches de estío. En el artículo argumento que la evidencia científica debiera tener más protagonismo en la solución de estos problemas.
Versión en pdf:JGual LaVanguardia 280822 Nos creemos a los expertos