Termina el año y a los economistas nos preguntan siempre cómo va a ir la economía en el nuevo ejercicio.
En este artículo examino lo difícil que es hacer predicciones.
Y por eso me quedo con un simple deseo: que 2023 nos traiga suerte y sabiduría colectiva para afrontar los retos que la economía a buen seguro nos deparará.