En esta columna destaco que uno de los principales retos del liderazgo es saber escoger el equipo. El ejemplo de Abraham Lincoln es paradigmático. Tras convertirse de manera inesperada en presidente de los Estados Unidos, escogió como ministros a sus principales rivales en la nominación republicana. Fue una muestra de audacia y confianza en sí mismo.
Cuando elegimos colaboradores debemos ser capaces de escoger a los mejores. Especialmente si creemos que son incluso mejores que nosotros mismos.